El Maestro Mateo se
limitó a copiar - con una perfección asombrosa, sí, pero a copiar - instrumentos
reales que él tuvo delante.
Y
éste es el motivo de esta primera consideración: que parece imposible que en
este rincón tan alejado del mundo se conociera, en 1188, tal número y variedad
de instrumentos musicales. Una pregunta se impone, ante todo, a este respecto:
el origen de los mismos. Que este origen tuviera que ver con la peregrinación a
Santiago parece que no puede ponerse en duda; pero si se pretende investigar
ulteriormente la cuestión, se tropieza con serias dificultades: el Códice
Calixtino, que es unos veinte años anterior al Pórtico, describe a los peregrinos
tocando una gran variedad de instrumentos. Aunque se trata de un texto muy
conocido (y yo mismo lo reproduje en varias ocasiones), conviene copiarlo aquí
de nuevo, pues es básico para el estudio presente. Está en el capítulo 17 del
libro 1, y dice así, en la traducción de Don Abelardo Moralejo: "Unos
tocan cítaras, otros liras, otros tímpanos, otros flautas, caramillos,
trompetas, arpas, violas, ruedas británicas o galas, otros cantando con
cítaras, otros cantando acompañados de diversos instrumentos, pasan la noche
en vela..." Juzgo importante reproducir también las palabras del original
latino, ya que, por tratarse de nombres que se prestan a confusión o a diversas
interpretaciones, conviene tenerlas presente a la hora de decidirse por cuál
instrumento quiere significar el autor: "Alii citharis psallunt, alii
liris, alii timpanis, alii tibiis, alii fistulis, alii tubis, alii sambucis,
alii violis, alii rotis britannicis vel gallicis, alii psalteriis, alii
diversis generibus musicorum cantando vigilant".
Que
algunos de estos instrumentos fueran de carácter popular parece claro. Pero no
menos claro parece también que no pocos de ellos fueran de tipo culto. Sorprende
que ningún especialista haya afrontado el problema de la identificación de los
instrumentos musicales que ahí nos menciona el Calixtino. Por mi parte, ya en
el estudio que sobre ellos publiqué, en 1977, en el volumen que se dedicó para
conmemorar el 8º Centenario de la catedral de Santiago, y que en 1982 amplié
en La Música Medieval
en Galicia, intenté una catalogación provisional, que ahora se ve confirmada
por los estudios de Francisco Luengo, por lo que no parece necesario repetir
aquí aquella clasificación y los motivos que tuve para enjuiciar cada
instrumento en la forma en que lo hice entonces.
De
todos modos, no parece que pueda ponerse en duda ese doble carácter de esos
instrumentos. Porque, además, aún tenemos un segundo testimonio literario,
ligeramente anterior al Códice Calixtino que nos habla del uso de instrumentos
musicales en Santiago. Es el pasaje de la Historia Compostelana que describe el
recibimiento que los santiagueses hicieron a su obispo Diego Gelmírez a la
vuelta del cautiverio a que lo había sometido Arias Pérez: "Salió a
encontrarle toda la multitud de los compostelanos, cantando y tañendo tímpanos,
cítaras y otros instrumentos músicos” Estos hechos ocurrieron en la primavera
del 1111.
Por
el momento, no se conocen más que estas tres fuentes documentales acerca de los
instrumentos musicales en Santiago en torno al año 11888: el testimonio de la
“Compostelana”, el del Calixtino y las esculturas del Pórtico de la Gloria, que se complementan
con el rey David de las Platerías. Y la impresión que el estudio de todo ello
causa se puede resumir así:
Que
en Santiago se conocían por entonces un gran número de instrumentos musicales.
Que
estos instrumentos eran de los más variados tipos de entonces conocidos.
Que
algunos de estos instrumentos eran de origen popular, que provenían de los que
la tradición habría ido creando en Galicia, o se habían importado de otras
regiones, así como del influjo que los peregrinos habían podido ejercer.
Que
otros eran de origen culto, y algunos incluso de auténtico lujo, como lo
demuestran las copias que tenemos de Mateo (las arpas, ciertas violas en ocho,
la forma del organistrum…)
Dr. José
López Calo O.S.J
Musicólogo
“El Pórtico de la Gloria”, Santiago 1988
Nota: En este mismo blog existen cuatro
reportajes fotográficos sobre la obra del Maestro Mateo en la catedral de
Santiago. Llevan por título: EL CORO DEL MAESTRO MATEO, EL MAESTRO MATEO EN EL
MUSEO DEL PRADO, APÓSTOLES Y PROFETAS, LA PUERTA SANTA DE LA CATEDRAL DE
SANTIAGO. Pueden encontrarse pulsando sus iniciales en la pestaña ETIQUETAS, en
la parte derecha de la pantalla de inicio del blog.
Del mismo modo, y en este mismo blog, el
profesor Ramón Yzquierdo Perrín ha escrito la mejor y más reciente biografía
estilística sobre el Maestro Mateo, al igual que un detallado artículo sobre
las obras de finalización de la catedral de Santiago realizadas por Mateo y sus
talleres. Ambas obras se pueden encontrar en la pestaña COLABORACIONES
FOTOGRÁFICAS, en la parte derecha de la pantalla de inicio.
Los ancianos y sus intrumentos se sitúan como corona del arco central |
Arco central |
Instrumentos de los ancianos del Pórtico de la Gloria |
Reproducción de los Instrumentos por el taller de la Diputación de Lugo |
Fïdulas ovales |
Vitrina de las fídulas en el Museo de la catedral |
Fídulas en ocho |
Salterios verticales |
Salterios horiziontales |
Laúdes |
No hay comentarios:
Publicar un comentario