Las arquetas son receptáculos, generalmente rectangulares con tapa plana
o de forma piramidal truncada, que servían para guardar diferentes tipos de
objetos, desde reliquias hasta perfumes, esencias, joyas, y todo lo que fuera
menester cuidar y proteger. La composición de su material variaba desde láminas
de plata con alma de madera, hasta la propia madera pintada, planchas de marfil
o hueso, y esmaltes de diferentes colores. Todas ellas poseían una decoración
refinada, que variaba según el encargo, o la función a que estaban destinadas.
Las del mundo cristiano solían mostrar en sus laterales escenas que tenían que
ver con el universo propio de la religión, mientras que las musulmanas se
decoraban con motivos festivos. Debido a la composición de sus materiales, y a
la decoración que exhibían, eran objetos que circulaban entre la clase alta de
la Edad Media, ya fueran nobles, reyes, prelados o cabildos adinerados, que se
intercambiaban como regalos, o que entregaban como donación a los lugares
santos de los que habían obtenido protección, o la procuraban. En el caso de
las arquetas árabes habría que añadir su adquisición como botín de guerra,
aunque también debió haber mercado de compra e intercambio entre embajadores, o
como ratificación de paces, treguas, añadido de parias, etc. Es claro, pues, su
variedad, y las diferentes formas de llegar a manos de sus propietarios.
El bote de Zamora. Arqueta
cilíndrica encargada por Alhaquen II para una favorita, según se indica en la
inscripción. Tiene tapa cónica que se articula y cierra con bisagra y broche de
plata nielada. Toda la superficie de la pieza está cubierta con decoración de
ataurique de hojas dentadas, digitadas y anilladas y palmetas, entre las que se
intercalan en disposición afrontada pavones, gacelas y otras aves. La
decoración se halla enmarcada por cenefas de cordoncillo. La talla es muy
delicada, acusando fuerte claroscuro.
Arqueta de Palencia. Tiene forma rectangular y tapa tumbal, de
madera revestida de cuero y recubierta con placas de marfil caladas decoradas
de fino ataurique en el que se intercalan pavones, gacelas, grifos afrontados,
el conocido tema del león atacando al ciervo y ballesteros cazando. Las tiras
de cobre esmaltado que ensamblan las placas de marfil son de estilo románico,
fundidas en el taller de Silos. Fue reutilizada como relicario en la catedral
de Palencia. La talla de estas placas de marfil continúa la tradición califal,
aunque el relieve sea más plano y la interpretación de sus motivos decorativos
vegetales y cinegéticos sea más esquemática.
Arqueta arábiga de San Isidoro de León, El tema
decorativo fundamental son unos lebreles afrontados entre motivos vegetales, y
éste se desarrolla bajo una doble banda decorativa: la más próxima con motivos
geométricos y la superior con decoración epigráfica de caracteres cúficos y
nesjíes. La tapa, troncopiramidal, repite el motivo de lebreles y follaje, pero
con aves en los ángulos. Se repite también la banda de decoración geométrica.
Lámina litografiada, realizada sobre papel blanqueado y verjurado de alto
gramaje, encuadernada en cartoné y cosida. Estampación centrada, en caja de
20,5 cms. de altura y 31,8 de anchura, dejando márgenes por sus cuatro lados,
albergando en el superior e inferior los datos referentes a su contenido.
Arqueta de Mohamed ibn Assarch. Tiene alma de madera, de forma
prismática y con tapa de forma piramidal truncada, en cuyo borde inferior
habría una inscripción recorriendo los cuatro lados, conservándose hoy parte de
ella. Cubierta con placas de marfil con atauriques y decorada con animales
afrontados dentro de formas cuadrifolias bordeadas de sogueado. Los herrajes
son de plata nielada con atauriques estilizados de hojas disimétricas y de
vainas. En el siglo XVI se añadieron las pinturas que representan unos
"putti" jugando en los cuatro lados de la tapa. Se cree que su
fabricación procedería de Persia. En 1991 trabajos de restauración descubrieron
bajo los forros decimonónicos, unas inscripciones contemporáneas a la pieza.
Arqueta. De estructura prismática y cubierta
troncopiramidal. Se sustenta sobre cuatro soportes rectangulares espaciados,
huecos y lisos. La cubierta tiene dos bisagras que llevan labor en relieve con
decoración de aves y flores en la parte posterior y otra al medio en. la
anterior con remate en forma de medalla y dos aves afrontadas. Componen
propiamente la decoración de la arqueta, entre labor puntillada a modo de
granillo, un vástago serpeante esmaltado en negro en los extremos de cada cara
y en la central, a partir del costado de la derecha, una inscripción en
caracteres cúficos. El motivo principal de la decoración del cuerpo se centra
en una franja epigrafiada que recorre la arqueta en todo su perímetro; es una
fórmula de felicidad tal como se repite en otros recipientes islámicos. Forma
parte de la donación que realizaron los reyes de León en 1063, don Fernando I y
su mujer doña Sancha a la colegiata de San Isidoro de León.
Arqueta de Abdu Xakir. Forma ovalada, planta elíptica,
tapa convexa. Llevada a León probablemente de Zaragoza, pues guarda relaciones
estilísticas con la decoración de las yeserías de la Aljafería, a base de
palmas floridas y esmaltadas en negro en el cuerpo y centro de la cubierta. En
el borde de ésta, inscripción en signos cúficos ornamentales con una
jaculatoria. La decoración guarda también relación con la botellita de plata de
época taifa del Museo de Teruel.
Arqueta de Limoges. relicario de forma paralelepípedo, con cuatro patas, tapa tumbal con crestería de arquillos de herradura calados, rematada en tres apéndices; el frente principal está decorado con seis figurillas en relieve aplicadas -en el cuerpo la Virgen en mandorla rodeada de dos ángeles y en la tapa, tres santos con sendos libros en la mano izquierda, sobre un fondo esmaltado con rosetas y decoración geométrica; en los laterales se representan dos figuras grabadas y doradas.
.Arqueta de las Bienaventuranzas. De estructura prismática, y cubierta troncopiramidal dorada, que es la originaria. En tres de los frentes del cuerpo se desarrolla el tema de las bienaventuranzas, tomadas del evangelio de Mateo (5, 1-12), disponiéndose dos placas en las caras laterales y tres en el frente: siete en total; falta la cara posterior, perdida y sustituida por varias placas islámicas. El texto evangélico se inscribe en los arcos que sustentan un ángel y un personaje alegórico.
Las descripciones de las distintas arquetas están tomadas de la ficha técnica correspondiente del museo.
Nota: En este mismo blog, y en la pestaña de la derecha que dice COLECCIONES DE FOTOGRAFÍAS (Listado de colecciones), se ha incluido con el nombre de MUSEOS CON ARQUETAS MEDIEVALES, un reportaje más completo y mejor fotografiado del mismo tema.
Arqueta de Limoges. relicario de forma paralelepípedo, con cuatro patas, tapa tumbal con crestería de arquillos de herradura calados, rematada en tres apéndices; el frente principal está decorado con seis figurillas en relieve aplicadas -en el cuerpo la Virgen en mandorla rodeada de dos ángeles y en la tapa, tres santos con sendos libros en la mano izquierda, sobre un fondo esmaltado con rosetas y decoración geométrica; en los laterales se representan dos figuras grabadas y doradas.
.Arqueta de las Bienaventuranzas. De estructura prismática, y cubierta troncopiramidal dorada, que es la originaria. En tres de los frentes del cuerpo se desarrolla el tema de las bienaventuranzas, tomadas del evangelio de Mateo (5, 1-12), disponiéndose dos placas en las caras laterales y tres en el frente: siete en total; falta la cara posterior, perdida y sustituida por varias placas islámicas. El texto evangélico se inscribe en los arcos que sustentan un ángel y un personaje alegórico.
Las descripciones de las distintas arquetas están tomadas de la ficha técnica correspondiente del museo.
Nota: En este mismo blog, y en la pestaña de la derecha que dice COLECCIONES DE FOTOGRAFÍAS (Listado de colecciones), se ha incluido con el nombre de MUSEOS CON ARQUETAS MEDIEVALES, un reportaje más completo y mejor fotografiado del mismo tema.
Fachada del Museo Arqueológico Nacional. Madrid. España |
Arquetas árabes en el museo |
El bote de Zamora |
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