20/6/16

Las puertas de la Colegiata de Toro


La Colegiata. Es un gran edificio, de porte catedralicio. Tiene tres naves de tres tramos, más tres ábsides semicirculares de tramos recto y semicircular, con dimensionado corto de naves para la categoría del edificio. Posee un ligero crucero sobresaliente que casi se engloba en la planta sin distorsión alguna. De pilares cruciformes con apoyos para arcos fajones y dobladuras que después no se hicieron. Bóvedas de crucería en las naves laterales, y de cañón apuntado en la central. Luce una gran linterna central sobre el crucero, a semejanza de las de Zamora y Salamanca. Tiene un pórtico añadido a los pies con importante escultura del comienzo de la época gótica. En todo se asemeja a las catedrales de Zamora, Salamanca, Ciudad Rodrigo. 



Es un edifico románico precioso. En una ubicación magnífica. Por una parte, un gran jardín en una gran explanada que permite comprender toda la monumentalidad de los ábsides. Por otra, la plaza del pueblo, con la visión total lateral del edificio. Y finalmente la fachada sur, libre a la vega del Duero. Todo permite la contemplación peripatética alrededor de la iglesia sin elementos que distorsionen su realidad románica. Eso lleva a comprender la totalidad de la fábrica, sus muros, fachadas, torres, portadas, etc. Su enorme extensión monumental está intacta en sus elementos visibles desde los comienzos de la obra hacia 1160.


Las puertas son uno de sus elementos distintivos, en cuanto a decoración escultórica, si bien la sur resulta muy empobrecida y común, frente a la norte y la oeste, que trataremos de explicar en el reportaje fotográfico.



Puerta norte. Es uno de los puntos arqueológicos más importantes de la iglesia. También lo es de la escultura románica, especialmente en el tratado de la organología, o descripción de instrumentos musicales. Su formación es de arco de medio punto con arquivoltas decoradas con personajes y formas vegetales. El arco interior no tiene soporte como arquivolta, y por tanto sin columnas, con decoración vegetal con arquillos de medio punto, que se unen por partes en un dibujo geométrico de un pequeño círculo. La arquivolta interior está repleta de ángeles encuadrados en arquillos de medio punto, centrados por un Cristo bendiciendo. La estilización de todas las figuras nos está prefigurando una época muy avanzada del arte románico, que puede sobrepasar la cronología de 1200. La arquivolta intermedia está compuesta de flores carnosas instaladas sobre un doble bocel, hojas vueltas y piñas en las claves. Recuerda ligeramente la realización semejante de la bóveda del Pórtico de la Gloria. La arquivolta externa luce los 24 ancianos del Apocalipsis con Cristo central y María coronada, junto con personaje barbado que puede ser un apóstol. Lo importante es la representación de la loa de los 24 ancianos que relata el Apocalipsis. Lo hacen con sus instrumentos, verdadera lección de organología, por la variedad y minuciosidad de representación, de gran perfección y realidad de lo que había en la época. Los hay de todo tipo y condición. El rey de todos ellos es el organistrum, tocado a dos manos como en el Pórtico de la Gloria. Ambos representan la gloria de la organología medieval, con lo que habría de suponer de influencia y copia de lo compostelano por parte del artista que labró esos ancianos en la puerta de Toro. Los capiteles avanzan un estado gótico, al ser muy altos y delgados, con hojas muy pegadas a la cesta, Con representaciones fantásticas de centauros en lucha, una Anunciación y Visitación de formas muy alargadas, en carácter de escultura protogótica, muy definida en la estilización de sus figuras.



Portada oeste, o Pórtico de la Majestad. Finaliza la colegiata por su parte oeste como fachada principal. Con una cronología tardía de la segunda mitad del siglo XIII, con unas fechas entre 1260 y 1280. Aunque ya no forma parte del mundo románico, traemos a colación su muestra debido a la calidad de las figuras, y a que está inmersa en un edificio románico tardío, de cronología muy anterior a esta propia puerta.



Es una puerta muy monumental, con seis arquivoltas profusamente decoradas de personajes y dos grupos escultóricos de personajes en estatuas columnas. El parteluz muestra a la Virgen con Niño que entroniza el repertorio del tímpano y las arquivoltas como propio del tema principal de glorificación. La imagen de la Virgen es de una extremada belleza, joven madre alegre con el Niño en su regazo, prototipo de las vírgenes góticas de gran dulzura, frente a las severas románicas.



El tema principal está en el tímpano: la glorificación de la Virgen, con el Padre realizando la coronación de María, y la presencia de ángeles turiferarios en la ceremonia, y otros portando candelabros. La escena está desarrollada dentro de la severidad de un mundo placentero y sonriente, sin las marcadas ritualidades y seriedades de la escultura románica. Es el tiempo propicio para este estilo, que ya ha sobrepasado el Estilo 1200, y se encamina claramente a la realización iconográfica gótica. 



En la parte baja, y en diagonal, dos grupos escultóricos de gran valor escultórico. En el lado derecho se aprecian claramente la imagen del rey David con el arpa, quizás Salomón a su lado, como representantes del árbol de Jesé. Los otros personajes son muy difíciles de interpretar. La calidad de las figuras está fuera de toda duda, con una gran expresividad en la representación de cada una de ellas. En el otro lado figuras de profetas, de igual calidad y temperamento expresivo que las de la derecha. Es clara la identificación de Daniel, por su sonrisa y juventud, que nos hace recordar el mismo testimonio en el Pórtico de la Gloria.



Las figuras de las arquivoltas están dispuestas al estilo gótico, siguiendo el arco y bajo doseletes, mientras que el juicio Final se desarrolla en sentido radial. En sus seis arquivoltas hay ángeles portores, apóstoles, doce santos diáconos y confesores, mártires, sacerdotes, obispos y confesores, vírgenes y viudas, así como los 24 ancianos del Apocalipsis, de los interesa destacar que representan un verdadero repertorio de instrumentos musicales de la época, que, combinados con los de la puerta norte hacen de la colegiata un enorme y precioso catálogo de organología medieval, mucho más amplio que los representados en el Pórtico de la Gloria. El arco final, a modo de chambrana, es la arquivolta donde se representa el Juicio Final. Cristo en el centro entre María y san Juan Evangelista, con ángeles portando instrumentos de la Pasión, ángeles trompeteros, instrumentos de la pasión, condenados y elegidos, desfile de los santos, obispos, diáconos, monjes, santas, con una procesión de los condenados, que incluyen de forma masiva a los avaros. Los salvados entran en la Gloria presentados por ángeles, recibidos con música celestial admitidos en el seno de Abraham. Los condenados están en el infierno, donde sufren variedad de castigos según sus faltas: los lujuriosos colgados por los genitales, los maledicentes colgados por la boca o lengua, los avaros con bolsas al cuello, todos destinados a las calderas, que están llenas de pecadores.



Todo lo incorporado en la portada de Toro es una obra representativa de lo que estaba sucediendo en los talleres de Castilla y León, en la catedral de León y Burgos en sus portadas principales.



Francisco Javier Ocaña Eiroa

Colegiata de Toro. Planta

Colegiata de Toro. Cabecera








Colegiata de Toro. Muro norte y puerta



























































Puerta oeste